Gracias a Camila, viajamos los dos a Boyacá en su VW Golf. Es elástico. Cupo todo, hasta la felicidad bien cómoda en el asiento de atrás.
La llegada a La Cuava fue muy emocionante. Ver. Caminar, recorrer palmo a palmo la tierra, los arboles nativos, la entrada y la obra que habíamos visto solamente en fotos.
Luego fuimos a un Vivero Oficial y conseguimos 30 arboles nativos de unos 50 cm de alto.
Muelles, Sietecueros, Arrayanes, Holis, Olivos, Nogales... otros que no recuerdo los nombres.
Fuimos por la tarde y los dejamos en cada lugar para comenzar a sembrarlos mañana.
El dia de sol, la tarde dorada, el atardecer con nubes gordas, como de Boyacá.
Tántos años vinculados a Boyacá, ahora vuelve la vuelta en espiral, aqui estamos.
Los dos estamos bien, con salud y energía, de nuevo aprendiendo a sembrar, construir, volver a empezar. Además, agradeciendo el estar cerrando un buen año, agradecidos con el 2010. Llenos de gozo.